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HISTORIA

Antonio Gonzalez comenzo sus primeros pasos como repartidor de churros en los años 40 por el barrio de Carabanchel cuando tenia
sólo 12 años. Por las mañanas, Antonio cogía su bicicleta para repartir los churros del señor que le enseñaba. A los pocos años,
Antonio decidió volver al pueblo dónde se crió, Cadalso de los Vidrios.


Allí conoció a su esposa Eugenia y comenzaron su andadura como churreros en la plaza del pueblo. Por los años 60, gracias a su
esfuerzo y dedicación diaria junto con unos pequeños ahorros, montaron una pequeña churrería enfrente de la iglesia del pueblo
que fueron ampliando con el paso del tiempo.





Al año de abrir su negocio, Antonio y Eugénia tuvieron a su primer hijo, Agustín. Y pocos años después nació Antonio, su segundo hijo.
Según fueron creciendo se introdujeron en el negocio familiar. Actualmente, se encargan del bar y sus mujeres Concha y Ascen, de la zona
de patatas y frutos secos.


Hoy en día, Antonio sigue haciendo sus ricas patatas, churros y porras con la ayuda de toda la familia.










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